El absolutismo en España

Hay quienes piensan que las monarquías españolas fueron todas iguales, contando con un sistema político único.

Sin embargo, esta idea es errónea, ya que existía un tipo de monarquía más déspota y autoritario que otros tipos de monarquías, llamado absolutismo. Conoce junto a nosotros qué era el absolutismo en España, y descubre esta oscura forma de gobierno.

El absolutismo en España

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¿En qué consistía el absolutismo en España?

Básicamente, el absolutismo en España establecía que todo el poder y dominio recaía sobre el rey, por lo que la figura del parlamento ya no tenía validez.

Frente a este tipo de monarquía, el rey de España contaba con la suprema libertad de inventar y anular cuanta ley se le ocurriera. Además, al único al que debía rendirle cuentas era a Dios, por lo que nadie podía oponerse a sus designios.

Diferencia con otros tipos de monarquías

En aquellas monarquías que no siguieran la corriente del absolutismo, el rey pactaba con la corte real para delegar autoridad.

De esta manera, podía existir la figura de un parlamento que representara a las provincias. Igualmente, se instauraba una corte de justicia, así como poderes otorgados al ejército y a la nobleza.

Época en que se ejerció el absolutismo en España

Si nos vamos a las fechas históricas, cabe mencionar que el absolutismo en España inició en el año 1516, permaneciendo casi dos siglos hasta 1700.

Los más destacados reyes de este período pertenecían a la familia de los Habsburgo, ostentosa familia real. Igualmente, se registran en los libros históricos la dinastía de los Borbón.

La causa de la caída de este periodo fue surgiendo a medida que se fue comprendiendo la necesidad de delegar poderes.

El rey por sí solo no lograba hacerse cargo de toda la administración de justicia y económica, por lo que se empezó a constituir las cortes de justicia y el parlamento.

Sin embargo, cuando Fernando VII regresó al trono en el año 1814, trató de restaurar el absolutismo en España. Aunque no por mucho tiempo, porque para ese entonces ya habían germinado las primeras ideologías liberales.

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